Tras mucho tiempo cerrada, un emprendedor puso en marcha una cafetería-restaurante en Campello. Cuando llegó al local se dio cuenta que todo estaba abandonado y sucio, dando una imagen muy mala de su negocio y con las cocinas llenas de grasa reseca.

Tras un limpieza exhaustiva por parte del personal de RABEL, utilizando micropartículas de vapor y productos específicos, dejamos tanto la cocina como los baños impecables, sin rastro de suciedad e higienizados. La cafetería abrió sus instalaciones con toda seguridad para sus clientes.