A veces, los amos de los perros no son muy cívicos y dejan que su mascota haga pipí en cualquier sitio. Estos orines son muy corrosivos y estropean tanto las paredes de los edificios como los elementos de mobiliario urbano.

     

Esto es lo que ocurría con los numerosos bolardos que hay en la localidad de Sant Joan d’Alacant. Estos pilones que impiden el aparcamiento sobre la acera de los vehículos se habían deteriorado mucho debido a las deyecciones de los canes de la población y algunos estaban empezando a oxidarse, con lo que se corría el peligro que se acabaran rompiendo.

Para atajar este problema, el ayuntamiento contrató a RABEL S.L. para limpiar y proteger más de 800 bolardos del pueblo, trabajos que se realizaron mediante un equipo de limpieza a vapor a presión, aplicando posteriormente el Sistema de Protección Permanente (SPP) De esta forma, los bolardos quedaron recubiertos por una capa antioxidante, ignífuga e hidrófuga, lo que repele los orines de los perros, alargando la vida útil de estos elementos.