La fachada posterior de la Escuela de Idiomas de Alicante tiene muchos problemas con los grafitis, derivados de su propia configuración, totalmente blanca, y de la cercanía a centros educativos de enseñanzas medias, germen de muchos de los grafiteros de la ciudad. La fachada estaba totalmente llena de pintadas y con un aspecto lamentable.
Mediante un trabajo concienzudo, primero se eliminaron los grafitis y luego se repintó la fachada de blanco (si no se eliminan previamente, acaban surgiendo las sombras de los mismos) portegiéndola con el Sistema de Protección permanente de RABEL, que permite una limpieza sencilla una vez se realizan nuevas pintadas. Además, pintamos el nuevo logo de la Escuela en la fachada a gran altura, una imagen icónica que se ve desde bien lejos..
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